Las maravillas de una crisis

Hace un año me gradué de diseñadora gráfica de la Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano. Hace un año estaba comenzando una vida nueva. Entraba al mundo real del trabajo y de la independecia. En ese entonces, no sabía muy bien qué quería hacer con mi vida. Lo único que sabía era que tenía un conocimiento y quería explorarlo.

Hace un año entré a trabajar en una agencia de publicidad. Hace un año no veía nada de malo con trabajar en publicidad. Hace un año me parecía un buen lugar para comenzar. ¿Pero comenzar qué? Esa fue la pregunta matadora. Hace un año no veía la importancia de tener un norte. Asumía que eso iría llegando por si sólo a medida que pasara el tiempo…y de cierta manera tenía razón.

Con el tiempo me fui frustrando cada vez más con mi trabajo. No me gustaba lo que hacía. No tenía voz creativa, sólo hacía lo que los demás querían. Mi opinión no contaba. Sabía que esto era por que era un puesto de entrada, pero analizandolo bien, no me veía trabajando en una agencia toda mi vida. Y ahi fue cuando comencé a pensar: ¿qué más puedo hacer como diseñadora?

¡Bienvenida seas crisis! Resulta que lo único que uno puede hacer como diseañdor (y que pague bien) es trabajar en publicidad. Trabajar en estudios de diseño es esencialmente lo mismo, pero con peor paga. En editoriales ya tienen los diseños hechos y a uno lo contratan para “typear”. Si eres ilustrador, te puede ir bien como freelance. Desafortunadamente, no todos tenemos ese talento. Entonces, ¡¿qué carajos hago?!

Hace seis meses lo que perecibía de mi futuro había cambiado por completo. No estaba de acuerdo con la publicidad, y nada de lo que probaba me llenaba. La veía negra. Increíblemente, de esta crisis salió algo maravilloso: un ‘norte’. Después de mucho pensar, concluí que el problema es que el diseño gráfico es una carrera subvalorada y se toma como algo puramente estético. No es una necesidad sino un lujo y por eso nadie la respeta. Y yo decidí dejar de quejarme tanto y hacer algo al respecto.

Entonces, ¿qué más puede hacer el diseño gráfico? Me dediqué a investigarlo. Lo primero que encontré fue un video de TED de una chica llamada Emily Pilloton. Ella habla sobre cómo el diseño puede transformar una comunidad. Por medio de su estudio de diseño Project H, Emily diseña con un enfoque humanitario: diseña con, no para. El sistema que aplicó a Bertie County (uno de los lugares más pobres de Estados Unidos) tiene tres puntos:

1. El diseño para la educación. Se basa en mejorar la experiencia de la educación por medio del diseño. Diseñan espacios y experiencias a partir de las condiciones particulares de la comunidad. Por ejemplo, en el colegio hacen examenes en computadores cada ocho días. Para los alumnos es una experiencia tediosa, entonces diseñaron un espacio que no fuera tan limitado y más agradable, pero que mantenga la seriedad de un lugar de examenes.
2. El rediseño de la educación. Se basa en crear condiciones en las que el cambio es posible, y el cambio es posible por medio de educación. En el caso de Bertie County, el acceso a internet es clave. Crearon una campaña gráfica que resaltara los hotspots que ya tenía la comundidad. La campaña fue muy sencilla: puntos azules que resalten los hotspots, tal cual como en un mapa.
3. El diseño como educación. Aquí se trata de enseñar lo que se sabe para que la comunidad eventualmente sea autosostenible. Es crear cambio a partir del pensamiento del diseño. Son clases, que dicta ella misma, en donde se sientan a pensar en los problemas de la comunidad y a arreglarlos por medio del diseño. Los mismos alumnos ayudan a la construcción de estos proyectos, creando un sentido de pertenencia mayor.

Claro está que ésto no se limita únicamente al diseño gráfico. Es diseño transdisciplinario: arquitectura, psicología, publicidad, entre otras. Y aunque esto es un clarísimo ejemplo de cómo uno puede se diseñador de otra manera, a mi lo que me interesa es, particularmente, las aplicaciones alternativas del diseño gráfico.

El diseño gráfico es comunicación visual, y por eso es clave para el mercadeo y la publicidad. Pero no todo tiene que ser consumismo malo. Hay consumismo bueno. Hay buenas ideas. Ideas que valen la pena mercadear y publicitar. De ahí pueden nacer, por ejemplo, proyectos de infografías. Infografías que expliquen procesos importantes para la comunidad, como por ejemplo, las elecciones. O libros, fáciles de acceder y entender. O hasta postales que se vendan para ayudar una buena causa (como se hizo en el PechaKucha por Haití). Pensando en esto llegué a P R O J E C T  M.

P R O J E C T  M  es un proyecto liderado por John Bielenberg en donde diseñadores se enfrentan a problemáticas sociales con materiales limitados. Es algo así como un campo de verano para diseñadores que quieren recuperar el amor por su profesión. Han logrado proyectos como PieLab, un restaurante basado en la idea de “Pies + Conversación = Ideas / Ideas + Diseño = Cambio Positivo”. Fue creado por la gente de  P R O J E C T  M  para incentivar ideas mientras apoyan una industria local usando únicamente ingredientes de la zona para cocinar sus pies. Otro proyecto ha sido el de la investigación de “Think Wrong” o “Pensar Diferente”. Bielenberg tiene la teoría de que la manera en que estamos acostumbrados a pensar (linealmente) no es la mejor para incentivar el pensamiento creativo, asi que reunió a un montón de diseñadores para hacer una investigación sobre eso y publicaron un libro.

Libro "Think Wrong"

 

P R O J E C T  M  es un projecto increíble, pero sigue sin ser específicamente de diseño gráfico por lo que seguí buscando. Y encontré un artículo interesantísimo. El blog Design Observer publicó el fin de semana pasado un artículo sobre cómo unos estudiantes de maestría del School of Visual Arts se habían inspirado en un estudio de SELCO (una empresa que propociona energía solar a las partes más pobres de la India) para crear sus propias soluciones-basadas-en-diseño a prolemáticas sociales. Fue increíble lo que vi por que era exactamente lo que estaba buscando: puros ejemplos de cómo el diseño GRÁFICO puede tener un impacto. Uno de los proyectos que más me interesó fue el de Michael Croxton: Block Party.

Block Party es una campaña política, con todo y fiesta de inauguración, para incentivar las votaciones en la zona de Utah en Estados Unidos. La idea es que en la fiesta se eligieran los representantes, en vez de hacerlo por los medios tradicionales.

 

Creo que el problema de mi frustración con el diseño tuvo mucho que ver con no tener un ‘norte’, y por no tener un ‘norte’ estaba pasando por encima de mis principios y ayudando a algo que era más el problema y no la solución. Gracias a mi crisis encontré estos ejemplos que me han servido muchísimo como inspiración. Espero que éste post pueda servirle de inspiración a otros en las mismas circunstancias que yo porque ahora puedo concluir que, hace un año, no tenía ni la más mínima idea de en qué me estaba metiendo.